Es tan difícil afrontar el aniversario de muerte de una hija ...
Es el tercero de muchos que vendrán y aún me duele el alma cada año .
Este año es más triste todavía porque tengo a mi lado a Sigal que está constantemente recordándome a su hermanita .
Y no puedo dejar de preguntarme el cuándo y el cómo ... el destino de Sigal será seguramente el mismo que el de su hermana y no puedo hacer nada por ella . Sólo entregarle todo mi amor y dedicación .
Todo hubiera sido tan distinto si Sigal estuviese sana ... pero no ... esa maldita enfermedad que tuvo que afectar sólo a mis hijas y que se llevó el rayo de esperanza que mantuve en mi vientre durante nueve meses .
Han sido tres años de dolor ...
Mil días de desesperanza y desconsuelo ...
Horas y horas y horas muertas tratando de encontrar un por qué ...
Durante estos 36 meses , he estado la mitad de ellos embarazada , esperando lo que toda mujer espera ... tener hijos sanos ...
Pero no ... a mis hijas les tenía que tocar una enfermedad desconocida y mortal ... de difícil diagnóstico y sin tratamiento conocido ... un verdadero acertijo para los científicos .
Quizás soy yo la culpable de lo que está pasando , ya que recuerdo que cuando Shlomit murió , llorando reflexioné :
"volvería a pasar por lo mismo una y mil veces si fuese necesario , sólo para poder tenerte en mis brazos nuevamente y poder sentir tu olorcito"
Ahora siento tu olor ... más fuerte que nunca ...
Shlomit , te amo .
Mamá .
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